La recuperación de Isis – Parte 2

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Cumpliendo mi promesa

Entonces fuimos a la consulta, (queremos agradecer a la Clínica Asís, en Gandía, todo lo que me han ayudado contigo y siguen haciendo, son un gran equipo y maravillosas personas) tu estado era deplorable…

Tenías algunas cicatrices pequeñitas, y te faltaba mucho pelo, sobre todo en las patas, la cola y el morro, te hicieron la analítica de leishmaniosis y diste negativo, ¡bien!, también diste negativo en erliquia, ¡otro bien! pero tenías sarna, una enfermedad contagiosa , eso no nos detuvo, además esta enfermedad tiene cura, y te recuperaste.

 

 


El baño de Isis

Empezamos a tratarte para sarna, te desparasitamos, tuve que esperar unos días para poder bañarte, y mira que estabas sucia y olías fatal. No vivía sola, menos mal que la persona con la que vivía siempre me apoyaba con los rescates, así que acondicionamos una habitación para ti, unas mantas, comida y agua.

Durante los primeros días no salías de ahí, te asustabas mucho cuando entraba a ponerte comida o agua, te escondías, temblabas y te meabas encima, que te hicieron pequeña? Empecé a bajarte a la calle, tu no hacías nada más que temblar, te daba miedo el ruido de un coche o una persona que pasaba, poco a poco fue cambiando, ahora te encanta bajar a la calle, haces tus cositas, juegas con otros perros, y a veces quieres oler a la gente que pasa. Eres muy graciosa.

Empezaste a asomarte al pasillo y nos mirabas con curiosidad, pero no te fiabas y te volváis al cuarto, alguna vez cuando me acercaba me dejabas que te acariciara la barriguita, aún sin fiarte del todo, recuerdo que eso me hacía sentir feliz. Y aún lo hace.


Isis en su hogar

Con el tiempo empezaste a perseguirme por casa, si fiarte, en cuanto me daba la vuelta te ibas, pero poco a poco nos ganamos tu confianza, que sensación de bienestar recorría mi cuerpo, recuerdo perfectamente el día que moviste la cola, lloré de la emoción. Y entonces empezaste a querer estar siempre con nosotros, empezaste a ser feliz creo que por primera vez en la vida, volviste a confiar en la gente, debo decir que creía que costaría mucho más, pero aquí estamos y tú tienes tanto amor que dar! Y eso es lo único que buscas amor y cariño….

 

No sé cómo seguirá esta historia, sólo que deseo con todas mis fuerzas y mi alma que sea feliz. Ahora lo sé, sé que estarás a mi lado siempre.

Cuando lo escribí, estaba buscándote un buen hogar, pero después de todo lo pasado, (en otro post os lo contaré), no nos podíamos separar, nos hicimos compañeras de por vida.